Las técnicas de la psicología contemplativa facilitan un estado de consciencia mediante el cual nos identificamos con el observador de los pensamientos y las emociones.
Como consecuencia incrementa la capacidad de gestión de estos teniendo más poder para amaestrar la mente.
Solo cuando internamente estamos bien, lo externo funciona de manera eficaz.
Las técnicas contemplativas facilitan un estado de consciencia mediante el cual nos identificamos con el observador de los pensamientos y las emociones.
Como consecuencia incrementa la capacidad de gestión de estos teniendo más poder para amaestrar la mente.
Progresivamente nos vamos identificando con ese “Ser observador”, nuestro ser esencial, pudiendo de esta manera emerger nuestros propios estados mentales sanos, elegidos conscientemente.
Las herramientas para lograr este objetivo son: TAM (Técnica para Amaestrar la Mente), la meditación, técnicas de hipnosis, la terapia regresiva reconstructiva, y cuando se necesite la terapia de pareja consciente y el acompañamiento en el duelo consciente, ya sea por algún ser querido o en nuestra propia muerte.
A cada persona se le ira orientando en el proceso a llevar para la intervención psicoterapéutica, aconsejando que técnicas o conjunto de técnicas son las más adecuadas para su situación presente
Hoy en día no tenemos poder sobre nuestra mente. Nuestros pensamientos y emociones nos esclavizan llevándonos a estados de angustia, ansiedad y depresión innecesarios. Necesitamos recuperar el poder sobre nuestra mente.
Cuando decimos “éste es mi cuerpo” o “ésta es mi mente”, ¿quién lo afirma? Conectar con eso que somos realmente y amaestrar la mente nos hará recuperar la capacidad de gestionar los estados emocionales que nos hacen sufrir, y al fin, no ser un títere de nuestra propia mente.
Entrenaremos esta técnica en las sesiones a través de sugestiones para crear, con la repetición en el día a día, conexiones neuronales que desarrollen la habilidad de gestionar la mente.
El estado de conciencia regresivo lo podemos definir como un proceso donde revivimos experiencias de nuestro pasado en el presente. Incluyendo en ellas las sensaciones, cargas emocionales, percepciones y reacciones vividas.
Algunas de ellas incluyen episodios traumáticos que nos están influyendo en nuestra vida actual. Limitando así nuestra libertad de elegir, bloqueándonos emocionalmente, sufriendo mental y físicamente procesos que no se acaban de sanar.
Esta terapia resulta útil para poder liberar la sobrecarga emocional y física, hacer consciente lo inconsciente, comprender cómo esa vivencia continúa afectando en el momento presente, desactivar, procesar, sanar y transformar el impacto de dichas experiencias en el aquí y ahora. De esta manera también se abrirá el camino para conectar con el ser esencial, lo que somos realmente. Esto acelerará el proceso de curación debido al potencial sanador de esta reconexión.
Utilizamos como medio de conexión con los procesos necesarios la hipnosis regresiva.
Es un entrenamiento de la atención para convertirla en atención consciente. Aprendemos a manejar por medio del amaestramiento de la atención el timón de la mente reorientándola cuando se estanque en emociones o tendencias de personalidad insanas a mares más saludables.
Esto nos ayudara en el día a día a calmar la mente, y sobre todo a liberarnos de lo que no somos realmente. Salir de la cárcel de nuestras impresiones mentales y emocionales de las que somos esclavos y volar más allá de ellas a través del reconocimiento y la reconexión con el ser esencial, el observador, nuestra verdadera naturaleza.
Cuando perdemos a un ser querido, algo de nosotros muere en nuestro interior. Saber sobrellevar el duelo de una manera consciente significa vivirlo de frente, asimilando y sabiendo gestionar las emociones que emergen, aprovechando también la oportunidad de recapacitar sobre la impermanencia de todo lo que nos rodea, incluidos nosotros mismos.
Las técnicas que se aplican consisten en meditaciones y visualizaciones destinadas a potenciar la visión de nuestra esencia más allá del cuerpo y la mente. Se reconecta con la parte de nosotros que no muere y nos entrenamos para acompañar desde esa visión a los seres queridos en el último viaje en este cuerpo.
Se ha demostrado su excelente valor terapéutico en el duelo como reconexión con el ser querido y despedida de la relación previa, sanando si se necesita.
Hoy en día, donde la relación de pareja o familiar es una opción y no una obligación, necesitamos que sean sanas emocionalmente.
Deben ser lugares seguros donde se nos dé la oportunidad de crecer y no engancharnos, parasitar o depender emocionalmente.
En el momento en el que no nos sentimos aceptados y amados, o somos incapaces de hacerlo, comienzan los conflictos y problemas en las relaciones íntimas. La manipulación y los juegos egoicos van arruinando el amor.
El no poder estar más allá de nuestra mente y que ésta nos manipule, o que las mentes de nuestra pareja y familia lo hagan, tiene como consecuencia que en muchas ocasiones sean relaciones donde el sufrimiento y la impotencia mandan.
Con la terapia de pareja o familia consciente se logra armonizar las relaciones e incrementar la comunicación desde el corazón, viviendo de esta manera en un ambiente donde del amor y la libertad reinen.
El estado de conciencia al que nos lleva la intervención con hipnosis se caracteriza por elevar nuestra capacidad de sugestión y aprendizaje.
Una vez establecidos en este estado, podemos incorporar cualquier habilidad mental o emocional que queramos automatizar en nuestra vida y ayudarnos a eliminar hábitos que nos esten limitando.
Puede aumentar de esta manera nuestro autocontrol emocional, disminuir el nivel de ansiedad, ayudarnos a superar la depresión, tener más control de consumo en una adicción, etc.…